viernes, 2 de noviembre de 2007

Medidas de Control y de Tratamiento

Como enfermedad objeto de Vigilancia por la O.M.S., la notificación a la autoridad local de salud es obligatoria, así como la Investigación de la fuente de infección y de los contactos.

Medidas Preventivas:

  • Aplicar polvo insecticida residual y eficaz a intervalos adecuados, en forma manual o por medio de un pulverizador mecánico, a la ropa y a las personas de grupos de población que viven en condiciones que facilitan la infestación por los piojos. Es necesario que el insecticida sea eficaz para combatir los piojos locales.
  • Medidas profilácticas para las personas expuestas a riesgo excesivo, por aplicación de un insecticida de acción residual a su ropa, en forma de polvos o soluciones que se impregnen.
  • Mejorar las condiciones de vida y disponer de instalaciones para baños frecuentes y lavado de ropa.

Medidas de Tratamiento:
  • Aplicación de polvos insecticidas a la ropa de vestir y a las sábanas del enfermo y de sus contactos y lavar, posteriormente, los dos tipos de ropa. Si el paciente fallece antes de la desparasitación, ésta deberá realizarse de igual forma.
  • Normalmente se decide cuarentena de 15 días y aplicación de insecticidas a las personas susceptibles que están expuestas al tifus transmitido por piojos.
  • Tratamiento específico: las tetraciclinas o cloranfenicol por vía oral en una dosis inicial alta de 2 ó 3 gr., seguida por dosis diarias de 1 o 2 gr. por día en cuatro fracciones, hasta un día después del término de la fiebre (por lo común dos días). También es curativa una sola dosis de 5 mg. de doxiclina por kg. de peso. En caso de enfermedad muy grave con sospecha de tifus, hay que comenzar el tratamiento sin esperar confirmación de laboratorio.


Modo de Transmisión

El piojo del cuerpo, Pediculus humanus corporis, se infecta al alimentarse con la sangre de un paciente con tifus agudo. Los piojos infectados secretan Rickettsias en las heces, y por lo común, defecan en el momento de alimentarse.

Las personas se infectan al frotar las heces o triturar el piojo sobre el sitio de la picadura o sobre otras abrasiones superficiales. Algunas infecciones han sido causadas por la inhalación de heces secas y pulverizadas de piojos infectantes.

La enfermedad no se transmite directamente de una persona a otra. Los pacientes son infectantes para los piojos durante el período febril y posiblemente durante dos o tres días después de normalizada la temperatura. El piojo infectante expulsa rickettsias con sus heces durante dos a seis días después de haber ingerido la sangre infectada, o antes si se le aplasta, muriendo invariablemente al término de las dos semanas siguientes a la infección. Las Rickettsias pueden sobrevivir durante semanas en el piojo muerto.

Distribución geográfica

El tifus exantemático clásico se distribuye en áreas donde prevalecen ciertas condiciones fundamentales que favorecen su mantención: hacinamiento; falta de agua y hábitos higiénicos, uso repetido de la misma ropa. Podríamos agregar el frío como otra condición asociada. Todas estas condiciones o factores son características comunes en áreas poco desarrolladas y de bajo standard cultural y sanitario: Siberia, Europa Suroriental, Asia Menor, África del Norte, México y regiones andinas de Sudamérica (Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia).

Las mismas condiciones se producen en el curso de guerras y en la postguerra; de ahí que el tifus exantemático aparezca asociado con toda clase de acontecimientos históricos que conducen a hacinamiento, miseria y desaseo. Gordon, en 1948, describió las epidemias en Europa durante la última guerra. En 1945-46 hubo epidemias en Japón y Corea con unos 30.000 casos y 6-10% de letalidad.

En cuanto al tifus murino, su prevalencia está asociada a la población de ratas. El riesgo de infección es más alto entre personas que manipulan alimentos, con mayor prevalencia en los hombres y en meses de verano, debido a hábitos de la rata y de la pulga.

Tifus exantemático epidémico transmitido por piojos



El tifus exantemático epidémico, o tifus europeo o clásico por piojos, históricamente el mas importante y es el tipo más virulento de los tres, es causado por la bacteria Rickettsia Prowazecky, por el nombre de dos médicos de principios de siglo XX, que murieron combatiendo esta enfermedad. Esta bacteria se transmite al hombre por las picaduras o las deyecciones de un piojo portador de la bacteria.
Se ha presentado en forma de grandes epidemias durante tiempos de guerra o épocas en las que las condiciones higiénicas no eran buenas. Es frecuente en países templados, y se conoce por los nombres de fiebre de la cárcel, fiebre del hambre, fiebre pútrida, fiebre hospitalaria, fiebre del campamento, o fiebre del barco. El tifus exantemático epidémico está causado por el bacilo Rickettsia prowazecki y se trasmite por el piojo del cuerpo, y con menos frecuencia por el de la cabeza.
El tifus es una enfermedad grave, en otra época mortal y extendida por todo el mundo. Es responsable de epidemias mortales cuando la higiene es escasa, especialmente durante las guerras, las hambrunas o las catástrofes naturales (por ejemplo, terremotos).

Durante la I Guerra Mundial fallecieron 150.000 soldados de tifus epidémico. Durante la II Guerra Mundial, gracias a la vacunación y el control de los piojos con DDT la incidencia de tifus en la población militar fue mucho menor. Los antibióticos cloromicetina y aureomicina, introducidos en 1948 y 1949, y las tetraciclinas se utilizan con éxito en el tratamiento del tifus exantemático epidémico.
El tifus exantemático fue particularmente temible en Rusia entre 1918 y 1922, donde afectó aproximadamente a 30 millones de personas y causó la muerte de 3 millones de personas, y durante la segunda guerra mundial, en especial en los campos de concentración, donde se daban todas las condiciones para que la enfermedad se propagara en gran escala.

Las medidas sanitarias y la utilización de antibióticos han reducido considerablemente la presencia de esta enfermedad: en la actualidad no es frecuente, pero es susceptible de desarrollarse de nuevo cuando las condiciones de higiene son deficientes. Se manifiestan focos en el norte de Rusia, en Turquía, Arabia Saudita y Australia.

El tifus exantemático puede presentar recaídas leves varios años después del contagio, sin que haya existido un nuevo contacto con el microorganismo. Es la enfermedad de Brill, que se caracteriza principalmente por le inflamación de las arterias (arteritis) de los miembros inferiores.

Tratamiento




El tratamiento recomendado es doxiciclina oral 100 mg, dos veces al día; una alternativa es tetraciclina 25 a 50 mg/kg/d divididas en 4 dosis, o cloranfenicol 60 a 75 mg/kg/d dividido en 4 dosis. Se ha informado del exitoso tratamiento de tifus epidémico con 200 mg de doxiciclina, dosis única7. En lo posible el tratamiento debe continuar por 2 a 3 días después de la defervescencia, para evitar recaídas. Fluorquinolonas como ciprofloxacina han sido utilizadas con aparente éxito para tratar un número limitado de pacientes y puede ser considerado un tratamiento alternativo efectivo. Un tratamiento de soporte puede ser requerido en algunos pacientes severamente enfermos.

Profilaxis



El principal objetivo será la destrucción de los piojos pedículus capitis (de la cabeza) pero fundamentalmente de los pedículus vestimentae (de la ropa). La primera medida será aislar al enfermo y proceder a su desparasitación de sus vestidos, ropa de la cama y vivienda, precaución que se extenderá a todas las personas que hayan tenido contacto con él o del entorno. Las ropas se harán hervir durante varios minutos, o en autoclave, o se fumigarán con insecticidas específicos contra estos parásitos.

En épocas de epidemia se procedía a despiojamientos colectivos de la población. Un enfermo despiojado es inofensivo; la sangre del paciente es contagiosa pero no la orina y el esputo.

La Inmunoprofilaxis se lleva a cabo con el empleo de vacunas con gérmenes muertos o atenuados. Antiguamente se utilizaban tres tipos de vacunas, las de Weigl, Cox y Castañeda.

Síntomas

Se caracteriza por un comienzo súbito con escalofríos, fiebre, cefalalgia y otros síntomas parecidos a la influenza, presentando después de 5 a 9 días un rash máculo papular en el tronco, que se expande a la periferia y puede continuar durante la 2ª y 3ª semana. Con el rash pueden aparecer signos de severidad como meningoencefalitis, incluyendo delirio y coma. En los casos sin tratamiento, la muerte ocurre por un colapso vascular periférico o por neumonia bacteriana, su complicación mas frecuente.

Una forma recurrente de Tifus epidémico es la enfermedad de Brill-Zinsser, raramente fatal y cuyos signos y síntomas son similares, pero de menor severidad y duración. La enfermedad puede gatillarse por otra patología intercurrente hasta 50 años después de haber ocurrido el contagio, por lo que su persistencia puede servir como foco de contagio. En estados Unidos, la enfermedad se encuentra presente en veteranos de la 2ª guerra mundial que contrajeron el tifus epidémico en Europa.

Período de Incubación:

La incubación del tifus puede durar tres semanas. En el tifus exantemático, la enfermedad se declara bruscamente con la aparición de escalofríos, dolores dorsales y musculares, dolores de cabeza intensos, estreñimiento y fiebre, que puede alcanzar los 40 grados Celsius. Una erupción parecida a la del sarampión se extiende por toda la superficie del cuerpo, con excepción de las palmas de las manos y las plantas de los pies. El estado del paciente es confuso; está postrado, delira y los latidos de su corazón son lentos (bradicardia). La enfermedad dura alrededor de dos semanas.